jueves, 13 de junio de 2013

Prólogo

Una vez más, tras las vacaciones de verano la escuela de magia y hechicería, Hogwarts, se disponía a abrir sus puertas a sus estudiantes. Harry, Ron y Hermione esperaban ansiosos el comienzo del nuevo curso. Como siempre, nada más llegar se apresuraron a entrar en sus respectivas habitaciones y ordenarlo todo antes de la cena de apertura. Hermione terminó la primera y corrió a buscar a los dos muchachos.

Hermione: ¡Ron!¡Harry! Tenéis que daros prisa, los prefectos están empezando a agrupar a los gryffindors.
Ron: ¡Maldita sea! Cada año nos meten más prisa ¿Por qué te sigue sobrando tiempo?
Harry rió al tiempo que terminaba de ordenar y los tres bajaron a la sala común de Gryffindor. Los prefectos condujeron a las cuatro casas al gran comedor. Como de costumbre, todo el mundo calló cuando Dumbledore se levantó y se dirigió a su atril.

Dumb. : Bienvenidos una vez más a Hogwarts. Este año todos aprenderéis diversidad de cosas sobre la magia, de eso estoy seguro, pero además, nuestra escuela tendrá el honor de celebrar el Torneo de los tres magos.

Todo el comedor comenzó a susurrar pero calló de nuevo cuando Dumbledore alzó su mano.

Dumb: Para aquellos que no lo sepan, el Torneo de los tres magos es una competición mágica que se celebra cada cinco años entre las tres escuelas de magia. De cada escuela se elegirá a un alumno de último curso que competirá en tres diferentes y peligrosas pruebas. Al ganador se le concederá el honor y la gloria eternos.

Una vez más los susurros inundaron la sala.

Dumb: Pero de eso ya se hablará más tarde. Demos pues, la bienvenida a nuestras escuelas invitadas.

Las puertas del comedor se abrieron de par en par para dar paso a tres largas filas de alumnas de la escuela Beauxbatons. Todas ellas chicas. Los alumnos de Hogwarts dejaban escapar largos y profundos suspiros a su paso. Al final de las filas se encontraba su directora. Una mujer alta como una torre llamada Madame Maxime.

Una vez las beauxbatons ocuparon su puesto, los fríos alumnos de Durmstrang hicieron su aparición. Todos se asombraron al ver sus malabares con grandes palos. Eran todos hombres musculosos y de mirada seria. Una vez más, al final de las filas se encontraba Igor Karkarov, director de la escuela y gran amigo de Dumbledore.

Dumb.: Durante este curso; tendréis tiempo de entablar nuevas amistades. Pero ahora disfrutad de la cena tranquilamente.

Tras decir eso las enormes mesas del comedor empezaron a llenarse de deliciosos manjares. Cinco minutos después todo el mundo se concentraba en comer cuanto pudiera. Todos los alumnos comentaba sobre el torneo,disfrutando de la comida,cuando de repente, las grandes puertas de abrieron.

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