viernes, 14 de junio de 2013

Capítulo 1

Narras tu:

Me llamo ______ . O eso pone en el jersey que llevo puesto, al lado de un escudo de armas. Hace casi tres días que desperté en medio de unas ruinas en el bosque. No tenía ni idea de como había llegado hasta allí, pero por algún motivo si sabía hacia dónde debía de dirigirme. Es extraño, no recuerdo nada. Ni mi edad, ni mi pasado, ni a mi familia, si algún día la tuve. Sin embargo llevo caminando hacia mi destino sin cesar, guiada por sólo un sensación, una esperanza, un objetivo que desconozco y que espero averiguar allí a donde voy.

Tras un duro viaje he llegado a mi destino, estoy convencida de que es éste lugar dónde debía dirigirme. Es un gran castillo al borde de un acantilado y rodeado por un oscuro lago. He visto entrar a un montón de estudiantes. Parece que el castillo es una escuela o algo. Confirmo mis sospechas al llegar a la entrada, dónde hay un cartel que dice:
     
                 "Hogwarts, escuela de magia y hechicería"

Como hasta ahora, me dejo llevar por mis instintos, y me dicen que es mejor mantenerse al margen hasta que entren los últimos. Me he escondido en un hueco en la pared, casi no quepo pero es lo mejor que he encontrado. Mientras esperaba he visto pasar una tropa de estudiantes que parecen de otras escuelas, les sigo metiéndome en el castillo y por los pasillos. Se han parado frente a unas puertas enormes. Las primeras en entrar han sido las de una escuela que al parecer es todo de chicas y luego la escuela de chicos. Espero un poco antes de acercarme. Apoyo la oreja contra la puerta pero es tan gorda que no logro percibir nada, seguramente sean más pasillos. Con gran esfuerzo abro las grandísimas puertas.

Grave error.


Lo que yo pensaba que serían más pasillos vacíos ha resultado ser un enorme comedor donde todos los estudiantes que he visto hasta ahora están cenando en largísimas mesas. Obviamente mi entrada no les ha pasado desapercibida y todos me miran extrañados y sorprendidos. Mientras que todas sus túnicas y uniformes están impecables yo voy con un destrozado jersey azul, unos pantalones deshilachados y unas zapatillas que supongo que antes eran blancas, y eso tampoco ayuda a alejar las miradas y comentarios sobre mi. No se qué hacer ahora, estoy a punto de echar a correr cuando una profunda voz me detiene.

- Vaya, parece que esta noche tenemos un invitado inesperado

Se trata de un hombre mayor de larga barba blanca que se ha levantado de su asiento en el centro de una mesa perpendicular a las demás. En ella se encuentran también unos cuantos adultos que supongo que son los profesores. El hombre de barba blanca me hace un gesto para que entre en la sala. Avanzo un poco, odio esta situación, la gente no ha dejado de mirarme. En la sala reina el silencio, mientras me acerco oigo el sonido de mis zapatos al pisar y eso me pone aún más nerviosa.

-¿Cómo te llamas querida? - me pregunta cuando llego a su lado.

-_______ , señor - le digo sin mirarle a la cara.

- Llámame Profesor Dumbledore. Ahora si eres tan amable de acompañar a la profesora McGonagall a cambiarte esa ropa vieja podrás unirte a la celebración. Ya hablaremos más tarde -dice eso último susurrando.

 Asiento con la cabeza. El tal Dumbledore no parece ser tan malo. Entre tanto veo como una señora de estricta expresión y vestida de verde se acerca a nosotros y me dice que la siga. Salimos de la gran sala y me conduce hasta una habitación notablemente pequeña, me da un par de prendas para que me cambie y una vez lista volvemos al comedor.

No esperaba que las cosas acabaran así.








                        "Deja que tus instintos te guíen hacia tu destino."









1 comentario:

  1. Oh, Dioses. Creo que tendría unos once/doce años cuando leí esta historia por primera vez y fue una de mis favoritas. Y seguramente aún lo es, así que volví, por los viejos tiempos. <3

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