domingo, 8 de diciembre de 2013

Capítulo 32

Narra Draco:

Justo cuando emprendo el camino hacia el interior del castillo noto un frío impacto sobre mi nuca. ________ sonríe a mis espaldas pero sólo hace falta echarle una mirada de advertencia para que comprenda el tremendo error que ha cometido. Rápidamente me agacho para formar una nueva bola de nieve mientras ________ escapa corriendo. Es rápida y esquiva la primera bola, y la segunda, y la tercera...

-¡Oh, venga ya! Estáte quieta de una vez - le pido cansado.

-Es tu culpa por ser tan malo -se defiende -venga, entremos antes de que se haga de noche.

De repente recuerdo por qué he ido a buscarla, tras una hora tirando nieve se me había olvidado. Nos adentramos en el castillo y guío a ________ hasta la sala común de Slytherin y seguidamente, hasta mi dormitorio. Cualquier otra chica hubiera estado nerviosa o hubiera dado rienda suelta a la imaginación pero sorprendentemente, ________ entra como Pedro por su casa y se sienta a un extremo de la cama con dosel.

-¿Qué era lo que querías enseñarme? -pregunta curiosa.

-Ah, eso. Bueno, al salir de clases te he visto ir hacia Hogsmeade, con prácticamente todo el alumnado femenino del colegio así que me he acercado a ver qué pasaba. Ni siquiera se me había ocurrido pensar que os gustara tanto escoger los vestidos para el baile. Ha sido una experiencia extraña, he contemplado cómo las chicas se pegaban por trozos de tela que daban asco. Pero bueno, ya que he ido hasta allí se me ha ocurrido...-¿Qué le digo?¿Que al ver el collar he pensado en ella y se lo he comprado? No, yo no soy así, eso es una ñoñería tremenda...aunque en el fondo sé que es verdad. Me acerco a la mesilla dónde lo he guardado pensando en algo que decirle, algo que no suene como un príncipe de cuento para crías. Pero no se me ocurre nada ¡Maldito cerebro!

-¿Draco..? Estoy esperando -dice canturreando la frase. - Dime qué es.

-Esto... bueno... en fin, toma. Le tiendo la cajita de terciopelo verde y me siento a su lado, mirando al suelo y muerto de la vergüenza. Por su bien espero que no se acostumbre a esto pues ha sido una ocasión especial. _______ abre la caja y no puedo evitar contemplar su cara de asombro.

- Esto es... ¿Es para mi? -pregunta incrédula y asiento. Ahora mismo su cara ya no muestra esa seguridad que me gusta tanto ver en ella, si no más bien delicadeza y fragilidad. Parece a punto de desmoronarse y cuando me paro a pensarlo a lo mejor no ha sido una buena idea. Tal vez el estúpido de Saphir le causó algún mal recuerdo en una situación similar. Cruzo los dedos por estar equivocado y espero temeroso la reacción de ________. Sus fieros ojos ámbar están a punto de desbordarse y eso me causa una sensación que jamás antes había sentido. Me siento culpable. Culpable por haber estropeado el momento. Culpable por pensar en mí primero. Culpable porque tal vez ________lo esté pasando mal por mi culpa.
Una vez más _______ me sorprende echándose a mis brazos.

-Es precioso, nadie ha hecho nunca algo como esto por mi... que yo recuerde, digo. -esboza un sarcástica sonrisa que evapora ese peso que tenía en el alma.

-Me alegro de que te guste y espero vértelo mañana en el baile. -le digo correspondiendo su abrazo. Esta chica me ha cambiado desde que llegó, sin duda. Jamás creí que podría ser presa de unos sentimientos que yo consideraba estúpidos e inútiles. ________ no lo sabe, pero es la única persona que dejo que me toque de esta forma. Aún cuando tengo una ristra de chicas detrás mío a todas horas, ella es la única que tiene permitido tocarme de esta forma. ¡Qué digo permitido! Jamás le he dado permiso, digamos que lo ha robado ella.
Bueno, ya está bien de ñoñerías sin sentido, es hora de picarla un poco.

-A propósito, espero que vengas con un vestido corto y ceñido, algo sexy. Y por supuesto que no falten un par de grandes y altísimos tacones -digo enfatizando "altísimos". ________ no tarde en deshacer nuestro abrazo.

-¿Cómo? Da gracias a Saphir por hacer que junto con mi memoria haya olvidado un buen montón de palabras malsonantes, porque te diría unas cuantas. Además, que yo recuerde, ya se que suena irónico viniendo de mi, nunca he dicho que iría contigo, es más, ni siquiera me lo has pedido como deberías.

Una vez más veo cómo en sus ojos amarillos brilla una llama ardiente. Me gusta que deje salir ese genio, creo que es muy valiente por su parte tomarse con humor su historia. Decido seguirle el juego y me arrodillo en el suelo cogiendo su mano y depositando un leve beso.

- ________ ¿Me concedería su grandísima excelencia el honor de asistir a la velada de mañana conmigo? -pregunto divertido. Cuando alzo la cabeza veo cómo ________ se ha quedado con la boca abierta y con una expresión atónita.

-No me lo creo, el grandioso príncipe de Slytherin acaba de arrodillarse. Draco Malfoy ni más ni menos...- se ríe.
A punto he estado de decirle que alguien como ella merece eso y más pero mi orgullo ha sido más rápido y para evitar que las palabras alcancen mis labios me acerco a _________ y los sello presionándolos contra los suyos. La he pillado por sorpresa pero no se separa. Lo que ha empezado siendo un pequeño beso imprevisto pronto se convierte en algo más pasional. ________ posa su mano en mi mejilla y rodea mi cuello con la otra atrayéndome más hacia ella pero está sentada en la cama y yo de rodillas en el suelo, algo no sale bien y tengo que separarme para no perder del todo el equilibrio. Me incorporo y dispongo a seguir donde lo había dejado pero _________ me da un leve empujón que basta para que caiga. Se levanta y comienza a andar hacia la puerta.

-Eso no ha sido muy adecuado caballero, tendré que plantearme mejor si debería acudir a ese baile con semejante mujeriego, sea cual sea el veredicto, no esperes tacones de aguja. -dicho esto, sale de la habitación dejándome tirado en el suelo como un completo idiota.
Es increíble lo atractivo que me resulta este tipo de comportamiento.


Narra _______:

Camino por los pasillos de los dormitorios de los chicos contemplando el precioso collar que me ha dado Draco. Tiene forma de serpiente alada de color azabache, que se va enroscando alrededor de pequeñas cuentas esmeraldas que actúan a modo de hojas, muy exótico. Me ha sorprendido gratamente el detalle que ha tenido y ahora tengo más ganas del baile que antes, la última vez no fue lo que se dice bien. Llego a mi habitación, dónde anteriormente había parado para dejar la bolsa del vestido, y me encuentro con una sonriente Ailén y un montón de trozos de tela negra por el suelo.

-Vale... me da miedo preguntar qué ha pasado, y aunque sé que me estoy arriesgando lo haré ¿Qué ha pasado?

-Bueno, tuve un pequeño encuentro con tus amigas de Gryffindor y me comentaron algo de tu vestido para el baile, bastante soso la verdad, me he tomado la libertad de arreglarlo un poco -dice sonriente.

-¡¿Que has hecho qué?! Ay madre cómo lo habrás dejado... -comienzo a buscar entre los trozos de tela que están dispersos por todos lados.

-¡Venga mujer, que vas a ir con el principito! -me guiña un ojo descaradamente y le lanzo la bola de tela que tengo en la mano.-¡Ey no la pagues conmigo! He respetado tu estilo, sólo le he añadido un par de cosas y... bueno, y he quitado lo que se dice cantidad.

Ailén se acerca a la cómoda y saca el traje negro. A simple vista parece igual, negro, de manga larga y hasta el suelo, sólo le ha añadido un bonito bordado en el cuello.

-Ten, pruébatelo.- dice tendiéndome el vestido. Me lo pongo y me coloco ante el espejo, el bordado ha quedado muy bien pero parece ser que el vestido no abriga tanto como recordaba, pues noto corrientes de aire frío por la espalda y...

-¡Ah no!¡Nononono!-digo al ver que ha rediseñado el vestido y ahora mi espalda queda al descubierto.

-Agárrate cariño que eso no es todo -me dice y me muestra uno de los laterales de la falda que ha quedado abierto hasta casi la cadera, permitiéndome sacar la pierna entera.

-¡¿Pero qué?!

-Venga no te quejes, te sienta como un guante.-trata de animarme.

-No, creo que no lo entiendes, yo no estoy hecha para estas cosas. Elegí este porque a parte de ser cómodo, es sencillo. No quiero llamar la atención, paso totalmente. Ya sé que ir con Draco no ayuda pero ahí está mi límite.

-_________, ¿ Eres consciente de que no voy a ceder verdad? -me mira alzando una ceja. Suspiro resignada.




Amanece un nuevo día, un día que tenía que ser genial, un día que empiezo con un cansancio visible gracias a mis ojeras, y gracias a Ailén. Ayer me tuvo hasta las tantas intentando convencerme de que le dejara arreglarme, y yo, presa del sueño, acabé cediendo.

-Buenos días, ¿Lista para prepararte? -me dice saliendo del baño semidesnuda.

-¡Ailén! ¡Tápate un poco mujer! -le acuso girando la mirada.

-Exacto, mujer. Y hasta donde yo sé tu también lo eres así que me da igual. Pero en fin, si te incomoda...

-Si, mejor -digo cuando se pone una camiseta.- De todas formas el baile es esta noche, es demasiado pronto para todo. -me dejo caer nuevamente sobre la cama.

-Que te lo has creído, tenemos un día completito guapa. Más te vale empezar a vestirte.




Son las cuatro y aún no he comido. Hemos salido a correr por la mañana porque según Ailén, me vendrá bien para las ojeras. ¡Por favor! ¡Que estamos en una escuela de magia! Nada, no hay manera de convencerla. Al terminar me ha llevado a la habitación y me ha puesto un potingue violeta por todo el cuerpo y me ha tenido a remojo a saber por cuanto ¿Y para qué? ¿Para una piel mas suave tal vez? No creo pues ahora estoy como una pasa. Lo bueno es que mientras ella estaba todavía en la bañera he logrado escaquearme y puesto que la ora de comer ha acabado, me encuentro de camino a casa de Hagrid a ver si me puede alimentar. Ahora mismo me conformo con lo que sea.

-¡________! hace tiempo que no te veía, pasa, pasa -me saluda cuando llamo. Me sirve un buen plato de cordero, tamaño Hagrid y se sienta a mi lado.

-Siento no haber venido últimamente, las chicas me tienen secuestrada, en cuanto termine de comer me pongo a lo que sea.

-Ja ja ja, las chicas y los bailes... Nunca lo entenderé.

-¿Tu vas a ir Hagrid? -pregunto.

-Bueno... la verdad es que... -veo cómo se pone colorado hasta las orejas, apenas visibles entre tanto pelo.

-No me lo digas, has encontrado pareja -digo canturreando- dime ¿Quién es la afortunada?- Hagrid se agacha y escucho un leve murmullo. - Dilo...- insisto.

-Madam Maxime...- logro interceptar.

-¡Es estupendo Hagrid! Me alegro mucho por ti. -le digo sincera.

-Pero tengo miedo, ella es tan elegante, esbelta, huele como un capullo floreciente. Yo no soy así _______... seguro que meto la pata. Los bailes no son mi fuerte.

-No te preocupes, me pasa lo mismo, pero al menos los chicos no tenéis que maquillaros ni llevar tacones. Y los trajes son todos parecidos así que da igual.

-¡JA JA JA! Jamás creí que oiría a ninguna chica decir semejante cosa. Eres única, de eso no hay duda.

Termino de comer entre risas y cuentos de la vida amorosa de Hagrid. Pues no se ha quedado un mal día.





AVISO II: Siento haber tardado tanto pero es que estaba sin inspiración estos últimos días. A todas aquellas que hayáis leído el "AVISO" olvidadlo. Ahora que se me han ocurrido nuevas cosas no voy a establecer el numero de caps hasta el final, acabará cuando tenga que hacerlo. Espero que os guste el rumbo por el que tengo pensado llevar la historia. A partir de ahora intentaré escribir más a menudo. Muchas gracias por leer! <3

1 comentario:

  1. me encano el cap y no te procupes por tardar mientras que siguas la novela no hay problema para mi besos siguela <3

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