miércoles, 5 de marzo de 2014

Capítulo 44

No es verdad. No es tan siquiera posible. Me alejo horrorizada del cuerpo que se halla a mis pies. Quieto. Frío. Mis manos sujetan mi cabeza con fuerza, hincando las uñas en el cuero cabelludo.

-AAAAAAAHHHHGGGG!!!!- grito al cielo. Draco no está... Él no puede estar...

-¿Muerto? -me interrumpe Saphir como leyendo mis pensamientos.- Comprobémoslo... -Le da una patada en la cara para que su cuerpo ruede y quede boca arriba.

-¡No le toques! -digo lanzándome hacia Draco, raspándome las rodillas en el suelo. Dejo que su cabeza se recueste en mi pecho, y gracias a dios puedo sentir su aliento contra él. Un diminuto pero esperanzador aliento.

-No te preocupes, pronto ambos os reuniréis en un lugar mejor. -dice apuntándome con su varita. Aprieto a Draco aún mas contra mí y cierro los ojos con fuerza. Estoy lista para afrontar la muerte. Lo siento Evenaar. Lo siento Draco, no he sabido protegerte. Lo siento, amigos. Lo siento. Lo siento... Tanto.


El frío peso de la muerte no llega, así que me aventuro a abrir los ojos. Me encuentro en un lugar completamente diferente. Un lugar celestial. El cielo, del azul más puro, cubre mi cabeza como si de un manto de tela se tratase. La hierba, suave como el terciopelo, crece verde y alta hacia todas las direcciones. De vez en cuando se oye el alegre piar de los pájaros. Todo es tan relajante... ¿Será esto a lo que llaman cielo? Entonces he perecido de verdad...

-__________ -me llaman.

Un hombre que ronda los veinte se encuentra a mis espaldas. Su piel esta casi tan oscura como su pelo y sin embargo sus facciones permaneces en una armonía simétrica. Su perfección no es humana, y me resulta tan familiar... Le miro a los ojos y entiendo por qué. Son unos ojos amarillos como el sol, y sus pupilas son meras rajas en el centro del iris.

-¿Evenaar? - me aventuro. El joven asiente. -¿Cómo? ¿Qué es esto? ¿Por qué eres humano? Has muerto también...

-No, y tu tampoco.

-Entonces ¿qué es este lugar?

-Esto, _________, es el lazo que nos une como dragón y jinete. Está es nuestra unión en su cumbre más gloriosa. Esta es la forma que representa mi alma, un alma humanizada.

-Pero, ¿He muerto? ¿Y Draco?.

-El tiempo está parado para vosotros. Para todos. Mientras hablamos el exterior está sumido en una melancólica quietud.

-¿Es parte de tu magia?

-Si, en parte. _________, yo... lo siento. Prefiero que ocurra esto antes que dejarte morir.

-¿Esto? ¿A qué te refieres Evenaar? -digo con sospecha. No me gusta nada el camino que está tomando todo esto.

-Hemos de unirnos por completo. Sólo así seras capaz de salvarte y proteger a tus amigos, sólo así podrás derrotar a Saphir.

-De acuerdo -digo más relajada- ¿Qué debemos hacer?

-Debes cerrar los ojos. Concéntrate. Imagináos como una sola criatura... -hago lo que me dice mientras dejo que su ronca voz me llene. Me concentro pero de repente noto el sabor del fuego en mis labios. Un beso cálido, tierno, que se asemeja a los abrazos que comparto con mi dragón. Quisiera hundirme en esta felicidad tan leal, por desgracia cuando mis ojos se abren he de reaccionar.

Como un rayo agarro a Draco y lo aparto del hechizo de Saphir. He vuelto al mundo real. Me siento más poderosa y llena, y Saphir me mira enfadado.

-Sucia niñata... -escupe. Pero se tiene que tirar al suelo para esquivar la llamarada que le lanzo con la mano. Un momento.... Me miro la mano sorprendida. Está cubierta por una coraza de escamas negras, y lo mismo con el resto de mi cuerpo. Ya no llevo uniforme, sólo una armadura de piel negra. Sonrío satisfecha y vuelvo a lanzar el fuego con la otra mano. Mi poder se desborda, y Saphir se ve arrinconado de un momento para otro.
Observo cómo los profesores y alumnos que quedan en pie me miran fascinados. Se dan cuenta de mi fuerza y yo les asiento para que se ayuden mutuamente. Ahora soy suficiente para acabar con Saphir. Sin conjuros ni cetros voy lanzando más llamas. Es cómo si fuese algo natural para mí. Decido probar otra cosa; inspiro con fuerza y emito un rugido espectral. Saphir se tapa los oídos que pronto comienzan a sangrar y me mira con terror, con locura, no aguantará mucho más. Vuelvo a inspirar pero Saphir me interrumpe.

-¡NO!¡PARA! Por favor... -dice entre sollozos. -Te lo ruego, perdóname...

Me acerco hacie él, cautelosa. Está recostado en el suelo así que me agacho.

- ¡Entrégame la esfera! -le espeto. Él no tarda en obedecer pero cuando la esfera incompleta está a punto de reposar en mi palma, el antiguo jinete saca su daga y corta mi brazo, dejando un profundo surco en mi piel. Yo me muerdo el labio y me agarro el brazo dolorida, mientras, Saphir se ríe con histeria. Harta de sufrir y de ver sangre, le propino una patada lo suficientemente fuerte como para romper su cráneo, y por miedo y seguridad, vuelvo a pisar su cabeza hasta que es apenas reconocible.

Por fin todo ha acabado.


Corro junto a Draco, cuya respiración es aún más leve. Le abrazo con delicadeza y miro sus ojos, que me sonríen con sinceridad. Pronto noto humedad en mi vientre y observo horrorizada que el pecho de Draco está completamente desgarrado. Está maldito, la hería se abre con demasiada velocidad y ha perdido mucha sangre. No puede ser...

-Te pondrás bien -le digo -Madame Pomfrey te curará -aseguro, pero mis traicioneros ojos dejan escapar lágrimas desesperadas. -¡Evenaar! -grito desesperada pidiendo ayuda. Tal vez si él vuelve el tiempo atrás en Draco... Pero nadie acude a mis llamadas. Absolutamente nadie.

"Él ya no pertenece a este mundo" oigo una voz dulce en mi cabeza.

-Engla...¿qué quieres decir? -digo a la dragona mientras su esbelta figura se acerca.

"Vuestra unión ha alcanzado su cumbre. Evenaar ha dejado su cuerpo para vivir en tu interior, para darte su poder...y su vida."

-N-no... No, eso no es posible -le contesto esperando que diga que es broma. Mi cuerpo tiembla. No.. él no... Por toda respuesta noto que mi armadura de escamas desaparece con una luz cegadora, una luz que me traviesa en pecho y se deposita en mi corazón.- ¡EVENAAR! ¡SAL DE AHÍ! ¡VUELVE A MI LADO! -grito agarrándome el pecho con fuerza hasta hacerme daño. -No me hagas esto por favor...

Grito una y otra vez. Dejo escapar un llanto que sólo un recién nacido es capaz de crear. Las lágrimas ruedan abrasando mis mejillas a su paso. He perdido  Evenaar, y sin él, pronto perderé a Draco.

"Yo te ayudaré" dice Engla.

-¡Tu nos has traicionado! -la acusó injustamente. Necesito descargar la rabia y frustración. Saphir ha sido derrotado, pero el precio es demasiado grande.

"Lo siento. Yo también fui convencida de que Saphir había cambiado. Él lo prometió... Y yo me lo creí, dejé que me dominara... He hecho mucho daño, y voy a pagarlo con mi vida. Sólo déjame ayudarte" los ojos de la dragona lloran, suplican, se arrepienten. Asiento convencida.

-¿Qué harás?

"Este joven es descendiente de Saphir, su sangre por tanto, es la misma. Yo uniré nuestras almas, seré su dragón y él mi jinete. Sólo así puedo liberar el poder curativo que caracteriza a mi raza"

Draco un jinete...Sería estupendo. Volar juntos... Pienso en Evenaar. No está. No habrá más paseos aéreos, no más viento acariciándonos el rostro... Mis lágrima vuelven a derramarse.Puede que Evenaar esté en mi interior, pero nunca he estado tan vacía como ahora.
Pero no pienso perder a nadie más. Asiento a la dragona y ella procede. Deposito a Draco de nuevo en el suelo y veo como Engla derrama una lágrima sobre sus heridas, que poronto comienzan a cerrarse. Veo que Draco se incorpora con dificultad, acaricia a Engla en el hocico, consciente de lo que se ha convertido. Me mira con felicidad. Corre y me abraza.

-¡_________! Ya se ha acabado... Y ahora soy como tu. Nada nos separará nunca.- Me sujeta el mentón con sus dedos y alza mi rostro para unir nuestros labios. Pega su cuerpo al mío y nos deleitamos con un beso dulce, cuyo sabor se va salando poco a poco. -¿_________?- pregunta. No puedo dejar de derramar lágrimas. Estoy vacía. Temo no volver a sentir nada. Le pido ayuda a Draco con la mirada antes de desplomarme sobre le suelo.

Ésto no ha podido pasar.

Éste no es mi final feliz.




         "Mi corazón es como un castillo abandonado que recuerda sus días de gloria ya pasada"

4 comentarios:

  1. JODER JODER JODER, ¿te lo puedes creer? Estoy llorando a lágrima viva, ¿POR QUÉ HAS MATADO A EVENAAR! ¡A LA HORCA! No enserio, estoy llorando, no tenía que morir, no él. FUCK.
    En fin, tras haber descargado mi rabia:
    ¿QUE DRACO ES QUÉ? ¿UN JINETE? ¿WTF? Vaaaaaaaaaaaale, ahora sí, me arden los ojos.
    ¿Que pasará entre ellos? ¿QUÉ? No puedes creerte el amor-odio que te tengo ahora, querida.
    Y para que no se te olvide nunca... ¡AMO COMO ESCRIBES!

    http://descubriendoquiensoydracomalfoyytu.blogspot.com.es/ ¿Te interesa? ¡Es mi novela! No sé si te agradará...

    ¡SIGUE PRONTO!

    PD: ¿A que soy pesadita? Si ya lo sé, pero me gusta comentar para reconocer el trabajo de grandes como tú. :)

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  2. Hola, soy nueva lectora, he de decir que encontré la novela hace tres días y la he leído completa, chica, escribes fenomenal, no puedo esperar para el siguiente capítulo *-*

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  3. AHHHHHHHHHH!!!! dime qe no ha terminado aun? Xd moririra si fuese asi... Es mi segunda novela preferida :B la amoooooo :') siguellaaaa me encanta. Saludos. Paz Snape Potter Malfoy ❤

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  4. NOOOOOO!!!EVENAAAAR!!! ¿¡PORQUE ÉL¡? ¿¡Y NO CÉDRIC QUE A NADIE LE IMPORTA¡?

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