-¡Y ahora pasemos al siguiente campeón! -dice el director. Se escucha un fuerte rugido y el batir de unas enormes alas. El señor Crouch se acerca a mí para indicarme que es mi turno. Me enfundo los guantes de piel de dragón. ¿Irónico verdad?. Y abrigada con las ropas y túnicas que se me han concedido para la ocasión atravieso la cortina.
La luz del sol de mediodía me ciega momentáneamente. Cuando logro recuperar la visión me sorprendo enormemente. Estoy en medio de un gran estadio. La gente vitorea desde las altas gradas, más altas de lo que me gustaría. La arena está formada por grandes piedras con apenas nada más, nada más excepto el gigante Dragón Pinto que hay en medio. Aunque está encadenado no deja de ser asombroso. Su oscura piel azabache con manchas rojas deslumbra bajo la claridad del día. A penas me da tiempo en fijarme en más detalles cuando el dragón se abalanza sobre mí. Salto del enorme pedrusco sobre el que estoy y caigo en el pequeño pedregal de abajo. Me raspo la cara entera haciéndome pequeños cortes escarlata. Corro a esconderme e intentar pensar un poco antes de que la adrenalina me invada.
El huevo. He de conseguir el huevo.
Asomo la cabeza para localizarlo y para mi poca suerte lo veo tras el dragón, que no se ha alejado de él y desde donde me mira amenazadoramente. Ruge emitiendo un sonido ensordecedor. Cuando cesa oímos la voz de Lee Jordan, el amigo de los gemelos que está comentando el torneo.
-¡Increíble! Mientras los demás dragones no se lo han pensado dos veces antes de atacar a nuestros campeones, parece que este inusual dragón se rehusa a dejar el huevo al descubierto.
Me asomo un poco más pero la enorme llamarada que el dragón expulsa me hace acurrucarme detrás de la piedra. Oigo los abucheos de muchas personas. Probablemente creen que es injusto que participe en el torneo y me ven mejor muerta. Aún así no tengo tiempo para deprimirme.
Nada más cesa el fuego saldo de mi escondite y ataco al dragón con el cetro.
-¡Desmaius! - gritó y observo como el dragón se tambalea ligeramente aturdido. Sin embargo no surte el efecto que esperaba y me ruge furioso cuando se recupera. Mucha gente en las gradas ríe.
-¡Parece que ese es un hechizo demasiado débil para semejante criatura! -sigue comentando Lee.
Está bien, ese no ha sido mi mejor plan. Necesito algo que le afecte verdaderamente...
-¡Cuidado ______! -oigo gritar a los gemelos y me aparto de un salto evitando que una gran bola de fuego me alcance. El dragón se acurruca más sobre el dorado huevo. Fuego...¡Eso es! Necesito combatir el fuego...¡Con agua!. Una vez más salgo de entre las rocas, pero está vez voy a hacerlo bien, me acerco cautelosamente escondiéndome entre pedruscos y piedras. Llego tan cerca que si el dragón quisiese podría darme con la cola. Una, dos y...
-¡Aquaeructo! -grito. Un potente chorro de agua sale de mi cetro a la vez que el dragón vuelve a lanzar sus ardientes llamas, que esta vez si logran hacerme llegar su calor, sin embargo se evaporan al entran en contacto con el agua creando una enorme columna de creciente humo. ¡Si! Está funcionando, la bestia se está quedando sin aire y parece que va a dejar de escupir fuego, pero en vez de fuego de su marcada columna sales unas espinas envenenadas que se acercan a gran velocidad. Vuelvo a esconderme con el tiempo justo para que no me den.
-¡Eso ha estado cerca! Sin embargo esto ya son palabras mayores -dice Lee Jordan.
¡Otra vez he fallado!
Nada puedo hacer contra esas espinas. Tras meditarlo durante bastante esa es la conclusión a la que he llegado. No se que más hacer, todos los hechizos que Hermione y Rachel me enseñaron parecen desvanecerse en mi mente, pero no sólo eso, todo empieza a dar vueltas en mi cabeza. Caigo al pedregal golpeándome con fuerza.
Todo se tiñe de negro.
Narra Draco:
La cuarta ronda del torneo está apunto de comenzar. Las últimas tres han sido igualmente terroríficas e impresionantes. Los dragones son criaturas tremendamente peligrosas. Entra en la arena el cuarto dragón. Una bestia negra y roja llena de púas envenenadas. Nada más ver el huevo se acerca a olerlo y se acurruca a su alrededor hasta que sale _______. Se nota lo nerviosa que está. Se queda quieta observando su alrededor hasta que el dragón ataca y tiene que esconderse, y el dragón vuelve a su posición inicial. Parece más tranquilo ahora que ________ está lejos. El primer encantamiento que procura es de todo menos efectivo. No creo que lo haya pensado excesivamente. El segundo encantamiento parece más lógico pero igualmente ineficaz. Y casi logra que le claven esas afiladas espinas. El público grita con fuerza. Miro a ________ justo cuando cae inconsciente en el pedregal ¡¿Le habrá llegado a dar?!.
-¡Calma! -profiere Dumbledore - ¡Que nadie haga nada! -dice dirigiéndose al grupo del Ministerio que tenía la intención de dar por finalizada la prueba.
Estoy muy molesto...Realmente no pensaba que me iba a preocupar tanto...
me ha encantado wow
ResponderEliminarde verdad wow O: