Cuando mi visión se aclara me hallo al pie de una alta y rocosa montaña. Veo grandes siluetas volar alrededor de su cima. Cuando una de las siluetas pasa cerca de mi posición logro ver el gran reptil alado que es en realidad. En su lomo hay una persona que me dice algo que no oigo y sin embargo mi cuerpo se mueve solo y agarra la mano que la persona me tiende. Ambas nos alzamos sobre el dragón y volamos hasta arriba. Una vez me bajo de la criatura observo mi alrededor. Los dragones y sus respectivos jinetes vuelan alrededor de un dragón enorme pero esbelto que no para de escupirles fuego. La diferencia de fuerzas es abismal y el solitario dragón apenas tiene ya fuerzas para mantenerse en pie. Una vez más mi cuerpo se mueve solo y grita un alto el fuego. Me acerco a la bestia salvaje que me mira desafiante y me ruge. Aferro con fuerza el cetro que llevo en la mano y dejo que las palabras fluyan en mí, sin embargo no entiendo bien el hechizo. Lo que si se es que empiezo a gritar enormemente fuerte, imponiendo mi presencia al dragón, creo que acaba de comprender que no voy a hacerle daño. O iba. Antes de que me de tiempo deja caer su cabeza sin vida. Su cuerpo inerte se precipita por la falda de la montaña. todos se avalanzan a por el dragón, o la dragona. Una vez ya no está puedo ver lo que tan afanosamente protegía. Tras una gran roca hay un nido de grandes huevos, todos rotos, a excepción de uno. Lo cojo y salto al vacío por la montaña... Antes de llegar al suelo la misma persona que me ha subido con su dragón vuelve a recogerme en el aire. Pero todo se vuelve borroso...
Despierto entre piedras. Me duele todo el cuerpo y me he hecho un buen corte en la sien, que sangra considerablemente. Me levanto y veo como mi bestial enemigo sigue respaldando el huevo. Pero por fin puedo ver algo que no había notado antes. Esa mirada desafiante... Es igual que la de la dragona de mi recuerdo. ¡Ella es un hembra también! Seguro que cree que el huevo es de verdad... Ahora sólo he de recordar el conjuro de mi recuerdo. Pero no tengo tiempo.
Al estar tan cerca la dragona se ha avalanzado sobre mi y apenas soy capaz de evitar que sus garras me maten. Lo he evitado pero ahora ya no estoy escondida, y tan cerca como estoy de la bestia me siento minúscula. Estoy aterrorizada. Ella mueve su cabeza en mi dirección. No tengo tiempo de correr ni escapar. Si se le ocurre escupir estoy acabada. Sus pupilas verticales me observan con profundidad, y por un instante me pierdo en ellas. Un instante. Ese instante.
Nuevamente noto que mi sangre hierve y que el cetro estalla en llamas de nuevo. Las palabras acuden a mi como ráfagas de vientos que ya me han acariciado antes. Agarro el cetro con dos manos y las estiro ante mí.
-¡Rugit Bramanteon! - con gran fuerza estampo el cetro contra la fría piedra. Mi boca se abre para proferir un rugido que sacude las mismísimas entrañas de la montaña. Es tal su fortaleza que las gradas del público se tambalean a punto de caer. La dragona agacha su cabeza intimidada, y se acurruca contra el límite del estadio. Relajo mis músculos y más segura que nunca comienzo el paso hacia el huevo. Me agacho a cogerlo y la dragona gruñe entre dientes pero no se mueve del sitio. Cuando la miro gime asustada. Vuelvo a posar mi atención en el óvalo de oro y esta vez lo cojo y lo alzo sobre mi cabeza. El público hasta ahora más callado que un muerto enloquece. Ahora todos gritan y me vitorean. Veo a mis amigos aplaudiendo como locos. Estoy contenta a más no poder y sin embargo hay una espina en mi alma. Entre los bramidos de la multitud oigo los gemidos de la dragona y se me parte el alma al girarme y ver cómo una gran lágrima corre por sus duras escamas.
Me acerco con ambos, huevo y cetro y ella intenta escapar al verme, pero las cadenas se lo impiden. Ante su atenta mirada dejo en cetro en el suelo y sigo caminando en su dirección. Esta vez es sorpresa lo que hay en sus ojos.
Grandes y amarillos.
De pronto una voz ultratumba se alza por encima de cualquier sonido. Pronto me doy cuenta de que retumba en mi mente. Susurra cosas que se van haciendo más audibles cada vez.
-¿Quién eres?- dice la voz de mujer.
-M-me llamo ________- giro sobre mi misma para encontrar a la persona que me habla.
- Estoy delante tuyo -me aclara. Pero delante mio solo está la dragona...
-¿¡Eres tu!? Quiero decir... eres una dragona ¿Verdad? -pregunto cuando me doy cuenta.
-Así es... Me han traído desde muy lejos. Sabía que tendría que enfrentarme a alguien, pero jamás creí que sería alguien como tu...
-¿Que quieres decir? No te entiendo. ¿Que tengo yo de especial?
-¿Acaso no te has escuchado? acabas de hablar en la lengua de los dragones. Desde hace siglos que nadie excepto nosotros la habla. No desde la caída de...
-Los Jinetes del Fuego.
-Exacto.
-¿Y qué sabes de ellos?
- Los jinetes se ganaban nuestra confianza y nos entrenaban. Convivíamos en paz con la raza humana y les mostrábamos nuestras lenguas y tradiciones, les cedíamos un gran poder. Pero desgraciadamente todos cayeron en aquella batalla.
-¿Batalla? ¿Estabas allí? ¿Sabes algo?
-Por supuesto que estaba allí, yo solía tener un jinete... Era una muchacha despreocupada y alegre, tras la pérdida de mis huevos ella me devolvió la alegría de vivir, la quería como a una hija... Y cayó por su culpa...
-¿La culpa de quién?
-De aquel sucio traidor. No recuerdo su nombre... Verás, los dragones confiáramos nuestro poder a los hombres. Y no nos equevocábamos, nunca lo hicimos, menos aquella vez. Un jinete nos vendió a un grupo de miembros del Ministerio que nos odiaba, se llamaban los Glacies Dominans. Era una secta que se formó para acabar con nuestra unión. La creían demasiado poderosa...Ellos atacaron la escuela y acabaron con todo Jinete con vivo, todos perecieron, y yo perdía a mi jinete, perdí un hijo...otra vez...
-Lo siento... Pero, si todos murieron...¿De dónde vengo yo? El cetro, las runas, los que me está ocurriendo ahora mismo...¡Todo son habilidades de jinete! ¿Cómo puede ser posible? Yo no recuerdo nada de mi pasado...
-No lo se... Debes recordar, aunque no puedas cambiar el pasado todavía tienes un futuro por delante. Sería bonito volver a aquellos días de paz entre hombres y dragones. No me cabe duda de que tu lograrás traerlos de vuelta. Hasta entonces, espero volver a verte. Ahora debes irte. Has de celebrar tu victoria brava guerrera, además, estás hablando con un dragón y la gente te está mirando raro.
De repente salgo de el trance y los gritos del gentío se hacen audibles de nuevo. Miro a la dragona que agacha su cabeza respetuosamente.
Ya estoy preparada para celebrar mi victoria.
Me encanto!!! *-* qe lindo qe hable con la dragona :B todo el rato me imagine a la dragona de shrek nose porqe!!? :S siguela esta muy buena!! :B saludos! <3
ResponderEliminarJajajajajajajaja al final también acabé pensando que era la de shrek, aunque sólo fue por un segundo jajajaja
EliminarWOW lamento no a ver publicado antes :S
ResponderEliminarpero de verdad me ha encantado
siguela por favor y saludos
Jajajaj tranquila, no exijo que comenteis todos los días, con saber que la leeis y os gusta me basta :))
Eliminarhola mi nombre es daphnne siguela esta super buena
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